Historia
La historia de Renault Vidal de la Peña arranca en la década de los 60. En aquellos años 50 y 60, las fábricas españolas de automóviles arrancaban su actividad, aumentando progresivamente producción que había comenzado apenas una década antes. Particularmente importante era la de Renault, que inició sus operaciones en Valladolid. Desde 1954 como FASA-Renault, aquella factoría se convirtió en un polo de desarrollo industrial para toda la zona, comenzando a producir además los primeros vehículos de la marca del rombo con identidad española.
En aquel tiempo, cuando la automoción en España era casi una utopía, la visión del empresario José Vidal de la Peña le llevó a pensar que los habitantes de una ciudad como Santander debían tener acceso también a aquella y práctica forma de movilidad. Por eso, la primera instalación de Renault fue en pleno centro de la ciudad, en el Paseo de Pereda.
Nace la Avenida de Parayas
Después, ya en 1967, José Vidal de la Peña comenzó a proyectar y construir, de la mano del arquitecto Ricardo Lorenzo, una gran instalación en la Avenida de Parayas. Inaugurada en el año 1967, supuso una auténtica revolución para la sociedad santanderina y, además, la oportunidad para todos sus habitantes de disponer de un servicio oficial de primer nivel a un paso del centro de la ciudad.
Con más de 6.000 metros cuadrados, fue el primer gran concesionario en Santander de una marca, Renault, que también daba sus primeros pasos en España. Su privilegiada ubicación, su equipamiento tecnológico y la gran novedad que suponía la popularización del coche hicieron de esta instalación un referente para la ciudad, algo que no ha perdido más de 50 años después de aquella apertura.
Crecimiento en Cantabria
Con la instalación de Santander ya consolidada, la marca Renault prosiguió su crecimiento a lo largo de Cantabria. En la década de los ’70, se produjo la apertura de la primera instalación de Renault en Torrelavega, concretamente en la Calle Ceferino Calderón. Hoy, la instalación de Cartes, a apenas cinco kilómetros de Torrelavega, ya bajo el paraguas de Renault Vidal de la Peña, es la heredera de aquella primera apertura en la zona occidental de Cantabria, que en aquel tiempo estaba experimentando un enorme crecimiento económico gracias a la industria.
Tras Torrelavega, en la década de los 90 Renault Vidal de la Peña añadió a su portfolio la instalación de Laredo, dando cobertura a la parte oriental de Cantabria y reforzando así su papel protagonista en el mundo de la automoción en la región.
La llegada de la marca Dacia, ya en el nuevo siglo, reforzó el dominio del Grupo Renault en el mercado. Con la introducción de su berlina Logan, en el 2004, la marca dio un paso adelante y entró de lleno a formar parte de la familia Renault, haciéndose también, de ese modo, con un merecido espacio en las tres exposiciones de Renault Vidal de la Peña.
Una gran empresa de automoción
Hoy, Renault Vidal de la Peña es uno de los referentes de la automoción en Cantabria y una empresa comprometida con la creación de empleo y riqueza en la región. En sus instalaciones de Santander, Cartes y Laredo, más de un centenar de profesionales ofrecen servicios de venta de vehículos nuevos y de ocasión, taller, mantenimiento, recambios y asesoría a clientes que buscan la satisfacción y garantía que solo un grupo como Renault, con más de 100 años de historia, puede ofrecer.
Renault Vidal de la Peña en Santander
Referente arquitectónico
Sin duda, el edificio que alberga la exposición de Renault Vidal de la Peña en Santander también fue referente en su inauguración. Obra del arquitecto Ricardo Lorenzo, fue levantado en los terrenos de la antigua marisma Wissicoq. Llevan también la firma de Ricardo Lorenzo otros edificios emblemáticos de la ciudad de Santander, como la estación marítima, construida a principios de los años 70, o el Gran Casino de Santander, cuya reforma de 1978 también diseñó. Durante décadas, los conductores que entraban o salían de la ciudad se topaban con las particulares curvas del edificio de Renault, precursor en una Avenida de Parayas que, con el tiempo, ha terminado siendo un auténtico epicentro del automóvil, con talleres y exposiciones de prácticamente todas las marcas.
Ricardo Lorenzo proyectó la concesión de Renault dando importancia a los contrates volumétricos, jugando con los cristales para crear una nave que también sirviera como escaparate para la exposición de vehículos. Además, el uso del ladrillo le permitió ganar en flexibilidad apostando por nuevas formas, convirtiéndose, en su momento, en una de las construcciones más modernas de la ciudad.
Hoy, la instalación de Renault Vidal de la Peña sigue siendo un referente en la Avenida de Parayas. La última reforma, terminada en el año 2019, supone, en cierto modo, una vuelta a los orígenes, devolviendo la amplia cristalera exterior que permite el paso de luz a la práctica totalidad de la instalación. Aunque apenas quedan restos de las formas volumétricas, la nueva exposición es también un referente tecnológico, ya que su nuevo diseño ha tenido en cuenta las últimas tendencias en construcción y, sobre todo, eficiencia energética y comodidad, tanto para los propios empleado como para nuestros clientes.
Puedes encontrar más información sobre el edificio original en la web oficial del Colegio Oficial de Arquitectos de Cantabria.